28.12.07

Lecciones para crear una galaxia

Cuatro años de sequía dan para reflexionar mucho; para conocer cuáles han sido los fallos y cuáles los aciertos, y sobre todo, para intentan enmendar esos errores cuanto antes. Ha sido una etapa muy larga, con muchas malas noticias, titulares negativos, y ningún motivo de alegría. Una etapa que empezó con el “Zidanes y Pavones” y ha terminado con la vuelta de “las mocitas madrileñas”.
En Madrid se creó una galaxia, por encima del mundo real en el que nada era lo que parecía. Un presidente sobrenatural, un director deportivo –varios- con pocas funciones, y muchos, muchos, entrenadores y jugadores. Desde la llegada de los Zidane, Figo, Beckham, Ronaldo, hasta la Liga 2006-2007 han pasado muchas cosas, y pocas han sido buenas. El haber ganado este título, es para el madridismo la mejor medicina. Es como cuando te despiertas después de una larga pesadilla. Ha sido, sin duda, un alivio.
Y por eso, ha supuesto el fin de una era en la que lo más glorioso fue el famoso gol de Zidane en Old Trafford. El francés se retiró un año antes, hastiado del fútbol, harto de la vida endiosada que creó el ser supremo para sus pequeños vástagos. Se fue él, Figo, se marchó Ronaldo, ahora Beckham, y todos los restos a otros tiempos que quedaban en el vestuario como Roberto Carlos. Pero lo más significativo es que entre febrero del pasado año y junio de este se ha desmontando la realidad virtual de los galácticos. Pavón, quien sustentó esa fantasía de combinar el futuro del club con los mejores jugadores del mundo, se marcha, sin ganas de triunfar, y con un lema que pesó mucho sobre sus cualidades futbolísticas.
Zidanes y Pavones, Henries e Iniestas....es lo mismo. El Barcelona ha visto las orejas al lobo. Se ha visto disfrazado con la cara del Madrid de las últimas cuatro temporadas, y se ha echado a temblar. Ha hecho cuatro fichajes a bombo y platillo y ha anunciado que “lo ganarán todo”. Ese fue el error de la capital. Ir a Cibeles antes de empezar la temporada. La fórmula maldita que encumbró a un presidente no es la buena. Laporta tiene muchos rasgos de este presidente que llegó, vio, y como no venció salió por la puerta de atrás dejando la hoguera encendida. Después llegó el bombero Capello, quien ya había apagado hace diez años un fuego similar. Hizo su trabajo y se marchó. Sin raíces, sin problemas, sin ni tan siquiera un adiós emotivo – como el de Luxemburgo-.
El madridismo pide a gritos jogo bonito, y el alemán se lo puede dar, porque es entrenador de equipos, no de jugadores. Este Real Madrid tiene pinta de equipo, de unión, de piña. Se ha limpiado de raíces secas y ahora vendrán – cuando vengan- nuevas simientes. Yo les doy confianza. Pero también doy un consejo a la otra acera. Aprendan de los errores. El Real Madrid ha dado, durante cuatro larguísimos años, grandes lecciones para fracasar.

A mi me vas a hablar de ovejas


Cómo es la prensa, la de allí y la de aquí. Si las cosas van mal, nos cebamos hasta hacer sangre…y si van bien, hacemos lo propio para que vayan mal, y poder disfrutar haciendo sangre. No nos conformamos. Las crisis -ya lo leí en este mi blog de cabecera- disfrutan cogiendo el puente aéreo cada ciertos años. Aunque lo cierto es que cada vez, su estancia, aquí o allí, es más corta, dura menos. Allí se habla de ovejas, y aquí nos aburrimos con ellas. Ojo…pero somos líderes. Cuidado, que eso pesa…como una losa. La Madrid Deportiva se aburre soberanamente. Porque se gana, se es líder, y no hay motivos –de momento- de pinchar. Como de resultados no podemos hablar, hay que sacar la mala leche del alemán, que se le ha olvidado sonreír a su liderato, y que está concentrado buscando la excelencia del Sr. Calderón.
Como no tenemos ovejas, Raúl es el mejor, y todo es una balsa de aceite…tenemos que concentrarnos en sacarle punta a las lesiones. Y hablo del holandés…Arjen “Woodgate” Robben…Porque eso si que es raro, raro, raro. Qué es un buen jugador, nadie va a dudarlo, pero es muy frágil. Casi de cristal, y eso le convierte en el centro de todas las miradas. Habla en rueda de prensa, y se pasa media hora afirmando que se encuentra bien, que no está lesionado, que es un poco más fuerte que ayer. Pero no nos lo creemos, y sabemos que mañana jugará contra los alemanes, el Racing o el Athletic, y se va a escurrir con un champiñón del césped, y se va a romper. Eso es una realidad, aunque claro…no es una oveja.
Pero insisto en lo que escribí en mi último envío. Aquí se tiene envidia de allí. Porque allí están todos los buenos, y aquí está Pepe; porque allí aunque con o sin victorias balsámicas, viendo al Barcelona siempre parece que va a pasar algo, y aquí sabemos que lo que pasará es que tocará sufrir hasta el minuto mágico (el 88) para ganar tres puntos; y porque allí el futuro tiene nombre propio, y se llama Iniesta, Messi y sobre todo Bojan, y aquí…podemos montarnos un rebaño, e irnos de pastoreo a Barcelona, para ver si se pega algo.