13.7.06

¿Dónde quedó esta imagen?


Después de poco más de un mes el Real Madrid ha vuelto a los entrenamientos. Sufrir los 35º del primer día de Valdebebas era más que un castigo. Capello empezaba su segunda etapa con ganas, y por eso cuando ha salido al cesped y ha visto a sus muchachos relajados ha dicho que "quien vaya a estar los lunes al Sol" que ni se moleste en vestirse de corto.
Parecía normal ver a los jugadores sofocados en las primeras carreras. Poco a poco todos iban poniendose a tono. Todos menos uno. Su color rojizo y sus gotas escurriendole por la cara demostraban una vez más que Antonio "Talentino" Cassano fue un error. Para muestra un botón. Entre una foto y otra de las de arriba, no ha pasado más de un año....¿Qué comerá este muchacho? Sin duda, es vergonzoso ver como un profesional como este jugador, que cobra lo que cobra....pueda presentarse el primer día de clase con tanto peso, y que no pueda ni correr dos vueltas al campo.

11.7.06

Del 'Merci Zizou'...al 'qué hiciste loco'

Parecía estar escrito. Final del Campeonato del Mundo, último partido como profesional. ¿Dónde mejor poder resarcirse del motivo que le llevó a la retirada?Iba a callar a todas aquellas vocas que le llamaron viejo, que le dijeron que se arrastraba por el campo.Marcó el primer gol del partido, un penalti tirado como sólo él sabía hacerlo. Prórroga, con empate a uno. Un partido digno de una Final de un Mundial.
Zidane iba a decir su adiós con una Copa del Mundo en la mano. Estoy segura de que si hubera seguido en el campo, hubiera sonado la Marseillesa. Pero tuvo que salir el otro Zidane. El jugador que se calienta sin apenas motivos. Cabezazo a Materazzi provocado por insultos....qué mas da. Zidane era el mejor. El Balón de oro del Mundial tenía su nombre grabado. Se lo lleva, pero ahora ya no es justo.
Un Balón de Oro tiene que ser el mejor en todos los aspectos. El mejor en el campo, y también fuera. Un país agradeciéndole que hubiera regresedo con los bleu para ganar otro Mundial. La Generación 98 se merecía estar ahí, pero Zidane acabó con esas ilusiones. Su expulsión mermó al equipo, le dejó huérfano de clase, y viudo de pasión. Francia se quedó en nada. Y ya saben, Italia y los penaltis tienen un romance.